
¡Bueno! ¡Que este verano también ha sido magnífico para los adultos, eh! Los que pudieron formar parte del Campamento en León se llevan una experiencia maravillosa de la mano de los más pequeños de Asociación Murialdo. Y es que al final tantos días de convivencia sirven para aprender mucho, de los demás y de uno mismo. Nuestros chicos nos contaron que volvieron a sus casas con una sonrisa enorme en la cara, pero no queríamos dejar de saber qué han recogido los monitores en el campamento. Así nos lo han contado dos de ellos, Jonathan y Mario. ¡Gracias por vuestra colaboración!
Jonathan M.M
El campamento de la asociación Murialdo siempre ha sido una actividad de verano en la que se ha querido dar la oportunidad a los niños que asisten todo el año de vivir una experiencia diferente. Intentamos desde el equipo de monitores que asistimos, en la gran mayoría, de forma voluntaria y altruista que se de valor a las actividades grupales, cooperativas y que sirvan para su desarrollo personal y social.
Resulta muy gratificante ver cómo se lo pasan y disfrutan con lo más sencillo, sin móviles, sin videojuegos, sin ruidos de sirenas ni humo de coches… tan solo con las piedras y palos de andar por un camino o el agua de un rio. Aprenden a que los conflictos no vienen solos, que pedir perdón es bueno, pero que el respeto al compañero es lo fundamental.
Gracias a los monitores que han asistido este año se ha podido llevar a cabo una vez más esta experiencia. Los niños han dado las gracias a su manera diciendo: “¡El año que bien quiero volver!”
Mario G.
En Muriolimpo 2016 [nombre del campamento, inspirado en los dioses del Olimpo], los niños y adolescentes han adquirido de una serie de conocimientos acerca de la mitología griega y romana, así como de los dioses de estas dos civilizaciones. Todo el aprendizaje se ha desarrollado a partir de nuestra propuesta de actividades, con la que han aprendido disfrutando y en grupo. La planificación de dichas actividades se basó en:
- Motivación a modo de introducción.
- Taller de manualidades y valores.
- Sesión de juegos, basados en la cooperación, búsqueda, competición, etc.
- Velada
A todo esto se le añadió momentos de tiempo libre, piscina y rutas.
A lo largo de estos once días, todos consiguieron adaptarse a los cambios que se les presentó, fueron comportando de forma más autónoma y autosuficiente, gracias a la gran labor del equipo de monitores; por ejemplo, cuando les enseñaron a los más pequeños a cómo organizar mejor su ropa.
La convivencia les sirvió para tener un mayor sentimiento de grupo. Todos colaboraron realizando sus tareas, y mostrando un mayor interés y empatía por lo que le pasaba al compañero; también se vieron gestos de solidaridad, como estos: en el grupo de mayores, varios ofrecieron su agua a quienes se les había agotado, mientras que otros ayudaron a sus compañeros en los trayectos más difíciles del recorrido.
En conclusión, se trata de una experiencia divertida que les enriquece en el ámbito individual y colectivo.

Hace ya algunas semanas que los chicos de Murialdo regresaron de la mejor experiencia del verano de 2016: ¡el campamento en Villamanín de la Tercia, en León! Y tras muchos días de juegos, excursiones y diversión, llegó el momento de hacer la maleta para volver a Madrid, ¡aunque no todos tenían ganas de pisar su casa! Es más, ¡repetirían la experiencia sin dudarlo y animarían a sus amigos a unirse! Les hemos pedido a algunos de los peques del campamento que nos cuenten sus vivencias, ¡y nos han dado mucha envidia! El año que viene seguramente se tripliquen los asistentes, tanto pequeños como mayores… Ejem.
Celia F.V.
¿Qué es lo que más te ha gustado del campamento?
Lo que más me ha gustado ha sido la noche de miedo y el taller de las constelaciones.
¿Tenías ganas de llegar a casa?
Bueno, en parte sí, porque quería ver a mis padres, y en parte no porque me gusta mucho el campamento.
¿Volverías el año que viene?
Sí, porque me gusta mucho el campamento de Murialdo.
¿Se lo recomendarías a tus amigos?
Sí, porque está muy bien.
Reyes B.B.
¿Qué es lo que más te ha gustado del campamento?
Las gymkhanas, cuando había que ir haciendo pruebas y nos daban sellos, y al final una recompensa.
¿Tenías ganas de llegar a casa?
Sí, porque tenía muchas ganas de ver a mi familia.
¿Volverías el año que viene?
Sí, porque te lo pasas muy bien. Los profesores son muy majos, se portan muy bien contigo y te dan todo lo que necesitas.
Leo A.C.
¿Qué es lo que más te ha gustado del campamento de Murialdo?
¡La piscina! También el día guarro, cuando nos rebozamos por la tierra y metimos la cabeza en cubos con Cola Cao.
¿Tenías ganas de volver a casa?
No.
¿Volverías el año que viene?
Sí, porque me ha gustado mucho y me lo he pasado muy bien con mis amigos aquí.

Esta entrada con retraso, pero anoche no tuve tiempo con la fiesta final y la recogida general.
Para empezar, esta foto que debía a los mayores, y es que resulta que han tenido un compañero canino algún día de las rutas ¡y era vecino nuestro! Así que aquí la foto con su amigo.
El perro llegó sano y salvo a casa.
También hemos realizado las evaluaciones de campamento para ver que talleres debemos repetir, que veladas les han gustado, los mejores juegos, si los monis y las monis han sido buenos… por supuesto el resultado ha sido aprobado con nota, excepto alguna actividad que nos apuntamos para mejorar.
Y por la tarde nos ponemos guapos y guapas para la fiesta final. ¡Pondría miles de fotos pero me es imposible!
Así que pongo a Natalia con todos los grupos porque no dejaba de perseguirme y posar en todas las fotos. Y alguna otra sin ella.
La cena fue especial, con comida de esa que a todos nos encanta y como si fuese un buffet. ¡Estaba todo riquísimo! ¡Qué lujo de cocineras hemos tenido este año!
(en todos mis años de campamento solo una vez tuve mejores cocineras ¡en el que vino Luba y mi madre! 😛 )
Y por la noche la fiesta final. Hubo bebidas, hubo chuches, hubo muchos bailes, la entrega de diplomas y camisetas y el repaso a todos los «chascarrillos» del campamento.
Fue divertidísima y todos disfrutaron de lo lindo.
Y esta foto ya es de hoy, todos guapos y guapas con su camiseta amarilla de campamento y sus maletas preparadas para el viaje.
Como otros años, aprovecho este espacio para daros las gracias por prestarnos a vuestras hijas e hijos estos días. Hemos hecho todo lo que hemos podido para cuidarlos, para que se sintiesen queridos y para que se diviertan.
Es verdad que ha habido más de una «charla» no tan divertida pero somos Murialdo y no podemos dejar de esperar que sean grandes personas por eso nos enfadamos un poquito cuando no lo son.
Así que una vez más, gracias. Todas estas personitas son la gasolina que nos alimenta y la que nos hace sacar fuerzas de no sabemos donde para el campamento y, personalmente, para seguir año tras año.
Besos a todos y todas, madres, padres, mayoreños, peques-peques, monis, mayores, hermanas y hermanos, familiares, lectores…

¡El campamento de Murialdo 2016 llegó a su fin! El sábado fue día de hacer la maleta de vuelta a Madrid después de dos semanas muy intensas en Villamanín de la Tercia, en León, ¡y casi nadie quería volver a casa! Desde el día 18 de julio, pequeños y mayores han disfrutado de una experiencia única de convivencia, juegos y naturaleza que les ha dejado un magnífico sabor de boca que seguro les durará varias semanas más. ¡Y no es para menos! Cada día había un montón de sorpresas preparadas que no sólo les hicieron pasárselo en grande, sino también aprender sobre la temática del campamento: dioses romanos y griegos.

Casi todos los días pudieron ponerse a remojo en la piscina con el calor del día y jugar con globos de agua. Hubo un par de días que el tiempo no acompañó, pero siempre hay un plan B para esas ocasiones y pasaron las horas con actividades de interior, como ver películas, manualidades, ¡e incluso celebrar el cumpleaños de nuestro amigo Leo! También tocó mañana de limpieza del albergue y colada, pero hasta con ese plan los peques se lo pasaron genial. Mientras, los más mayores se escaparon cuatro días de ruta por los parajes naturales de la zona y tuvieron la suerte de deleitarse con vistas preciosas y hacer muchas fotos.

Y, a pesar de que los días estaban cargados de actividades, cuando caía el sol siempre les esperaba alguna divertida gymkhana, juegos con linternas y cantar canciones. Como no podía ser de otra forma, todos caían redondos cada noche para levantarse llenos de energía y abordar con muchas ganas el siguiente día.

Diversión, amigos y mucha crema solar son los tres conceptos que mejor resumen estas súper vacaciones de estos niños en riesgo y dificultad social, gracias a la colaboración de Educo, Amigos en Marcha, Transportes Rubimar y la Fundación Protectora de los Niños. Por supuesto, no nos olvidamos de los monitores que han organizado con mucho mimos el viaje y las actividades para que la fiesta no parase ni un momento. ¡Los niños ya están preguntando cuándo es el siguiente campamento porque están deseando repetir! ¡Gracias a todos por hacer posible esta experiencia inolvidable!

El día de hoy ha empezado hablando de solidaridad, nuestros «mayoreños» y «peques-peques» han demostrado lo bien que se saben lo importante que es una sociedad solidaria, aunque algún despistado no ha leído bien las preguntas que ha enseñado el monitor.
Por supuesto, también hemos jugado por equipos y algún globo de agua ha salpicado a nuestros campistas.
Por la tarde hemos hecho un taller agradeciendo con unos preciosos carteles, el gran trabajo que han realizado las cocineras del albergue. Todos han pintado su trocito de cartel.
Además aprovechando que agradecíamos la labor en cocina, hemos realizado una pirámide alimenticia con la ayuda de todos y hemos repasado lo bien que estamos comiendo durante estos días.
Y los mayores han coronado las rutas del campamento, subiendo al Cueto Fontún. El esfuerzo de tanto andar merece la pena solo por las vistas y la sensación de llegar a lo más alto.
Por la tarde, descanso en la piscina y el reencuentro entre todos nuestros campistas. Volvemos a estar todos juntos y dándole el último tirón al campamento.

Hoy, tras levantarse temprano y ponerse rumbo a La Vid nuestros mayores han estado visitando uno de los mejores parajes de España. El faedo de Ciñera.
Aquí están en una mina de la cuenca leonesa cerrada y convertida en museo para los senderistas que se dirigen al faedo.
Posando con Fagus, el haya más longevo del faedo (hayedo) con más de 500 años y numerosos premios reconocidos, así como el parque en su conjunto, nombrado mejor hayedo de España.
Chapuzón en el Bernesga el río de La Vid.
Y por si pensabais que solo andaban y andaban y no paraban de andar. Nuestras chicas y chicos también tienen tiempo para hacer actividades, juegos y alguna que otra dinámica de pensar.

Y en el albergue no caminamos tanto, pero juegos no paramos de hacer. Hoy organizaba los juegos el monitor que escribe estas lineas y con los nervios de tener bien preparados los juegos he olvidado sacar la cámara.
Pero os puedo contar que hemos estado hablando del amor, de lo mucho que queremos a nuestras mamás y papás, a nuestros amigos del campa y de fuera, a nuestras hermanas y hermanos y también se ha sonrojado alguno cuando hemos hablado sobre qué era eso del amor de pareja 😀
También nos ha sorprendido la visita de unos moteros amigos de la Asociación Murialdo que han dejado a los más atrevidos a probar sus monturas… con el motor apagado ¡por supuesto!
Y por la noche hemos estado jugando a «El Oráculo», donde hemos tenido que adivinar lo que nuestros dioses del campamento querían para nosotros. ¡divertidísimo!

Hoy me permito empezar con los pequeños. Hemos creado los gigantes del mito de Ulises a base de rollos de papel y kilómetros de celo.
Hemos hecho 2, el de los «peques-peques» (nuestras joyas de la corona) y el de los «mayoreños«, término que hemos acuñado a los pequeños que podrían estar en rutas pero que no les hemos dejado por imposibilidad de llevar tanta gente de senderismo… subir comidas, mover un grupo tan grande… etc.
Ni que decir tiene, que el mejor ha sido el de los «peques-peques» (se me ven las preferencias 😀 ).

Un poco de agua nos recordaba la ayudaba que Minerva prestaba a Ulises atravesando las aguas en sus aventuras. En la última foto, si veis algo raro he sido yo fusionando un par de fotos para que se viera a casi todos.
No os he contado lo bien que comen, tanto ejercicio y tantas emociones abren el apetito hasta límites sorprendentes.
Mientras tanto, nuestros mayores salían de Vegacervera (después de salir previamente de sus sacos) y se han marcado una ruta de las que se recuerdan con ilusión, llegando hasta «el Faedo de Ciñera«
Los parajes son impresionantes, y el camino entre rocas y con puentes habilitados, le dan una nota diferente al día.
Aquí les tenemos en un merecido descanso tras una larga caminata. La verdad que el grupo de este año es genial. Se llevan muy bien, y se ayudan unos a otros en los momentos más durillos. Aunque siempre hay algún que otro pique, pero lo normal cuando compartes tantas emociones.
El día lo han pasado en Santa Lucía, ya les tenemos cerca de casa. En breve volvemos a estar todos juntos ¡y será alucinante!

Hoy me han enviado los mayores fotos de ayer y de hoy, y he estado seleccionando para no llenar el blog de fotos y no he podido poneros menos de ¡un montón!
Me gustaría deciros donde es cada foto, pero se me han mezclado y bueno, lo importante, están todos bien, está mejorando el tiempo y están haciendo un montón de actividades chulas como la visita a las cuevas ¡qué les ha encantado!
Dormir es de las cosas más emocionantes de mayores… o tal vez no.
Mientras tanto, en pequeños, ha tocado colada y limpieza. Todo por tener todo bien limpito y preparado para Afrodita. Me gustaría poder enseñaros lo bien que limpian, pero estaba tan ocupado controlando que no mezclaran la ropa limpia con la sucia ¡que se me olvidó sacar la cámara!
Pero si podéis ver a las chicas pequeñas en plena acción.
Por la tarde, ¡por fin hemos vuelto a la piscina! y Sara ha venido de visita y se ha hecho fotos con todos los que ha podido para tener muchos recuerdos.
Por la noche, la velada se la contamos sentados en el porche, han estado buscando corazones por el recinto y deleitándonos con preciosas frases en honor a la diosa de hoy.

Artemisa o Diana, diosa de la caza y de otras muchas cosas ha sido nuestra diosa de hoy.
Pero lo realmente impactante del día ha sido el comienzo de las rutas para nuestros mayores. Ha madrugado, han preparado mochilas, han desayunado y se han despedido efusivamente de los peques que nos quedamos en el albergue.
Aquí podéis observar a 2 de las chicas que no se van, felices, ligeras y posando.
Y aquí a nuestros valientes, cargados y con mucho sueño muchas ganas.
Y mientras los mayores andaban disfrutaban de los paisajes de la zona, que a pesar de las nubes siguen siendo espectaculares; los peques hemos coloreado y hemos jugado con toda la casa para nosotros.
Hemos jugado también dentro, para abrigarnos un poco del aire fresquito que corre por la zona.
Y no hemos podido ir a la piscina, pero nos hemos puesto unos tattos para estar guapos de cara a Artemisa que se acerca por el horizonte.
Mientras los mayores también han jugado y nos han informado que no ha habido percances y va todo viento en popa. Excepto la cobertura, que escasea y no he podido recibir ni una foto de su día (lo siento, pero en próximas entradas equipararé).
Nuestra velada ha consistido en cazar… pero ha sido a oscuras y como me suele ocurrir cuando hay poca luz, mi cámara no da para mucho. Pero se han divertido un montón que es lo importante.

Hoy mayores deberían haber empezado rutas, pero el tiempo no ha sido muy favorable y hemos decidido posponer la salida a mañana. Como veréis, a algunos mayores, la noticias «les ha sentado fatal».
Por la mañana hemos realizado el juego de los colonos de Ceres. Los chicos iban haciendo pruebas y consiguiendo cereales, arcilla, madera, minerales y lana. En realidad eran fichas, pero ellos se han metido de lleno en el juego y lo han vivido intensamente.
Mientras tanto los más mayores han ido al pueblo a familiarizarse con los aparejos del campo y las costumbres agrícolas de la zona.
Hoy hemos tenido cumpleaños en el campamento y hemos cantado todos juntos el cumpleaños feliz en el comedor, tras la comida.
¡Felicidades Leo!
La única pega, es que el tiempo por la tarde nos ha sido desfavorable y no nos ha permitido ir a la piscina. Una película y alguna que otra cabezada durante la proyección han sido el plan B.
Por suerte ha despejado un poco y nos hemos escapado a dar un paseo por el pueblo.
Y hemos disfrutado de los columpios.
Mañana más, y los mayores empezaran su aventura en las marchas, mientras los pequeños nos hacemos los reyes y señores de la casa.
Si miráis bien me despido de vosotros en esta foto hasta mañana.
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