
En el mes de diciembre realizamos una actividad muy divertida con los dos grupos (nivel inicial y nivel medio) de alfabetización y clases de español: ¡un desayuno de intercambio cultural! Las alumnas realizaron algunos de los platos típicos de sus países, ¡y estaban deliciosos! A continuación os contamos de dónde proceden y cómo se preparan algunos de ellos:
Khobz.
Es un tipo de pan plano que proviene de la cocina árabe, típico de los países árabes del golfo Pérsico y Mediterráneo. La masa se prepara con harina, levadura, un poco de agua, sémola, trigo y sal. Luego se aplasta de forma similar a una pizza y se cocina en un horno especial, pegando la masa a la pared del horno.
Briwate.
El Briwate es una especie de empanada frita en forma de triángulo o cilindro que se rellena de distintos ingredientes. Puede ser dulce o salado, y se rellena con almendras y azúcar, pollo y queso, o carne con hierbas aromáticas. Tiene una textura crujiente similar al hojaldre y un gusto exquisito.
Bestila.
La bestila o pastela moruna es típica de Marruecos y es uno de los platos más conocidos de la gastronomía árabe. Se hace con pollo, almendras y huevos, todo aderezado con canela, azafrán, cilantro fresco. Luego se decora con azúcar o miel y canela.
Sfenj.
Es un dulce frito típico de la cocina marroquí, argelina y tunecina. Tiene forma de rosquilla, y suele servirse con miel o azúcar espolvoreada.
Cuscus.
El cuscus es un plato básico típico bereber preparado a base de sémola de trigo. A esta sémola se le añade agua y otros ingredientes como garbanzos o zanahorias.
Shebakia.
Es un dulce marroquí que se elabora con tiras de pasta rebozadas en miel y recubiertas con sésamo. Esta pasta se elabora con anís, almendras, harina, vinagre, canela, azafrán y agua de azahar. Estas tiras se unen formando una especie de reja retorcida o rosa, lo que le da el nombre a este dulce.
Estos son sólo algunos de los platos que pudimos disfrutar durante el desayuno, además de la gran variedad de deliciosos tés. Todos estaban riquísimos, y se notaba la dedicación y el cariño que las alumnas pusieron al cocinar cada receta. Luego nos contaron con mucha pasión cómo se preparaba cada uno de ellos, todo en español por supuesto.
A cambio, las profes de las clases de español aportamos turrón, mazapán, empanadas y doce uvas para cada una que, por supuesto, nos tomamos haciendo un simulacro de las campanadas. Sin duda, ¡un desayuno muy divertido!
